29 de diciembre de 2005

Cambio y fuera, nenu nenu

Y sí, por este año este blog, se ha terminado.
No quiero hacer balances ni nada de esa pelotudez sensiblera.
Más allá de que realmente creo que la vida es un ciclo, dentro de un ciclo, dentro de miles de ciclos. A su vez, dentro de este pequeño ciclo que damos en llamar vida humana, caben miles de ciclos.
Como dijo mi profesor de yoga hoy: en realidad podemos tomar cada día como tomamos cada año de nuestra vida, y al comenzar y terminar plantearnos qué sentimos que hicimos bien y qué hicimos mal.
Ah, lo que me olvidaba de decir (y a la luz de esto el párrafo anterior toma otro color) es que seguramente este final se extenderá hasta febrero porque por suerte espero tomarme un hermoso mes de vacaciones en las playas rioplatenses.
Así que será hasta entonces, cuando retomaré este espacio, espero que con más y renovadas energías.

Mis mejores ondas de amor, energía positiva y tranquilidad para todos.

Nos leemos a la vuelta.

DesInd

28 de diciembre de 2005

Más allá y más acá

Hace dos semanas llegó a BA mi hermana que vive en EUA. Hacía un año y medio que no venía. Encima, hace dieciocho meses nació su hija, mi sobrina, así que imagínense el estado de toda la familia. Y ni quieran pensar en mi vieja: única hija mujer y primera nieta (y nieto también, quiero decir, es una primerez absoluta) viviendo a 15.000 kms. de distancia.
Como siempre, mi hermana llega pensando que la va pasar maravilloso porque nos quiere a todos, y nosotros la queremos a ella, y a los pocos días se da cuenta de que en realidad, acá seguimos siendo los mismos de siempre. Sobre todo mis viejos, que se la pasan criticando el modo en que mi hermana cría a su hija.
Y no es que yo no tenga objeciones a eso, es más, me parece que están cometiendo un montón de errores, pero al fin y al cabo es su hija y ella y su marido están haciendo todo allá solos, y lo hacen como les sale.
Ayer mi hermana, mientras refunfuñaba contra mis viejos y sus críticas, me pregunta:
- ¿Y vos no decís nada?
A lo que respondí:
- y no ¿que voy a decir si ya se que se son así?
Quiero decir que tampoco tengo ganas de juzgarlos, creo que la manera de contrarrestarlos es otra, más sutil y menos contestataria. De ahí que siento que estoy más allá o más acá de todos ellos, aunque los quiera, porque en el fondo se que son todos buenas personas.

27 de diciembre de 2005

Mirá vos

Parece que en la fiesta que se hizo el viernes en casa, hasta hubo famosos y todo.
Y yo ni me enteré.

21 de diciembre de 2005

Mayo Francés




Tal como escribí ayer, voy a volcar aquí algunas frases que aparecieron pintadas en las paredes de París en Mayo del ´68. Están extractadas de un librito que se llama "La imaginación al poder" de Ediciones Insurrexit, 1968.

EL ACTO INSTITUYE LA CONCIENCIA.

LA BURGUESÍA NO TIENE MÁS PLACER QUE EL DE DEGRADARLOS TODOS.

LA SELVA PRECEDE AL HOMBRE.
EL DESIERTO LO SIGUE.

EL DISCURSO ES CONTRARREVOLUCIONARIO.

NO SE ENCARNICEN TANTO CON LOS EDIFICIOS, NUESTRO OBJETIVO SON LAS INSTITUCIONES.

SI LO QUE VEN NO ES EXTRAÑO, LA VISIÓN ES FALSA.

EL PATRIOTISMO ES UN EGOÍSMO DE MASA.

DIGAN SIEMPRE NO POR PRINCIPIO; POPULARICEMOS LAS JUSTAS LUCHAS DEL DIVINO MARQUÉS.

Como verán, hay algunas más simples y otras simplemente exquisitas.
Espero que las disfruten. Yo me regodeo en ellas.

20 de diciembre de 2005

19 y 20

Hace cuatro años, más o menos a esta hora, yo caminaba por el asfalto de la Avenida Corrientes festejando el escape de De la Rua. Se podía ver los frentes de algunos negocios destrozados, y todavía algunos aprovechaban para llevarse algún recuerdo a sus casas.
Había sido un día increíble. Ese es el adjetivo que mejor lo define.
Había sentido la adrenalina de correr por Diagonal Norte tirándole piedras a la policía montada; había sentido el miedo en la nuca al volver la carga de esos mismos que instantes antes se retiraban; había sufrido el ardor más fuerte que nunca sentí en mis ojos y había agradecido como nunca a alguien que sin pensar por qué me había tendido una mano con unas rodajas de limón; había visto heridos de bala por primera vez en mi vida; había sentido la desilusión con un amigo que en momentos difíciles escondió la cabeza como el avestruz; me había estremecido al sentir la muerte muy de cerca, cuando los rumores me pisaban los talones; me había emocionado mientras los motoqueros giraban alrededor del obelisco agitando una bandera argentina en medio de la gente y la humareda inmanente. El recuerdo es ese, el del humo flotando por doquier.
Y encima, todo había empezado menos de 24 horas antes, cuando en la noche del 19 enfilé para la Plaza de los dos Congresos, porque de la Plaza de Mayo a la gente ya la habían rajado a palos y gases. Me encontré con una multitud cantando cánticos que hacía y hago parcialmente míos, y subí a las escalinatas del Congreso, donde minutos después la policía casi mata a un tipo. Y después lo mismo: corridas, la policía tirando cantidades celestiales de gas lacrimógeno, un encuentro casual con Miguel Bonasso en Avenida Callao y Bartolomé Mitre, y el regreso a casa con la noticia de que Cavallo renunciaba y la sensación de que, efectivamente, al estado de sitio se lo metían en el culo.
Cuando pienso en todo esto desde este aquí y ahora no me arrepiento de lo que hice. Puedo sí, admitir que mi lectura política no fue la más acertada, pero creo que la experiencia que vivimos todos los que estuvimos ahí -tanto el 19 como el 20- fue increíble.
Como no reniego de eso, y tal vez puesto hoy en esa situación haría lo mismo (o mucho más), me parece adecuado recordar una situación con rasgos parecidos, sobre todo en cuanto a la valoración de la acción como herramienta de auto y exo transformación: el mayo francés.
Ahora estoy apurado, pero mañana intentaré subir algunas frases, ideas y exabruptos que surgieron de aquella experiencia novedosa, cuyos ecos todavía resuenan en cualquier acción política que pueda iniciarse desde un claustro estudiantil.

15 de diciembre de 2005

Intro(in)spección

Andrajosos pedregullos alardean en mi mirada. Pretendo descartarlos pero mi desconcertada idiotez puede más, y cansina me aleja destilando ignominias.
Cancelo la cara de mi introspección, y me digo que algo habré hecho. Intuyo cobardías, trances, tranzas y colmenas. No por saber incido en mis decisiones. Lo mío está hecho. No pretendo desvelarme. Al cabo de un rato seré de nuevo yo. El mismo idiota.
Al alambique de mi soledad lo inflamo con etéreos y presentes devaneos que pretenden simular lo indisimulable. "Simul": ser otro al mismo tiempo que se es uno.
Y creo que soy otro, y otros también. Creo que soy Todo: el mundo, los pájaros, los depredadores y los cetáceos; el mar, la alondra, el pozo y la montaña. El mendigo. Todo. Soy todo.
Y no soy (nadie).

12 de diciembre de 2005

Ecléctico

Viernes a la noche: Museo Rock, en Liniers.
Mucho flequillo, mucho enterito, mucho rock and roll.

Sábado a la tarde: final del Argentino Abierto de Polo.
Mucho mocasín, mucha chomba, mucho pulovercito en los hombros.

7 de diciembre de 2005

Entiendo

que no entiendo. Y sobre aquello que entiendo intento encontrar la razón para la apariencia del entendimiento.

Sin embargo la parola no distribuye soles. Apaga transistores sin inmolar decúbitos pero no niega la trascendencia atroz de la canalla frívola.
Desciendo.
Inmolo altares desubicados, transferibles, prístinos y oxímoron.
La capable avestruz neblinosa encubre la catapulta azul de mi desalmada muerte.
Y sin embargo sigo.

Esto, señoras y señores es lo que intentaba ser este blog en sus inicios. Ni más ni menos que el receptor de estos exabruptos verbales.

Adieu.

5 de diciembre de 2005

Sal

Cuando el calor empieza a aflojar, el viento a soplar fuerte del sur-sureste, y las nubes se amontonan y se ennegrecen, yo salgo. Al balcón, a la terraza, aunque sea a la ventana.
E inspiro el viento. Y lo huelo. El olor a mar, a sal, a iodo, a salitre.
Pienso que ese viento ha zurcado mares y pampas para llegar hasta mi trayéndome un poquito de todo eso.

O me quedo o me voy, pero esto de andar añorando...

1 de diciembre de 2005

Ayer

No debí haber escrito nada.

Leo y me gusta