13 de noviembre de 2006

A(bando)nadísimo

El título es un poco obvio, pero sin embargo remite a una tesis de Giorgio Agamben sobre la matríz política de occidente según la cual la estructura de la soberanía sería una relación de "bando". La palabra "abandonar" y el adjetivo calificativo "abandonado" tienen su raíz en esa palabra. Aunque yo no he emitido ningún bando respecto de este blog.

Tengo deudas con este blog y -por propiedad transitiva- con sus escasos lectores. Había prometido (por ahí) describir mi experiencia en GAIA, se me ocurrió en algún momento escribir algo sobre chinos y peronistas, y podría contar también mi experiencia en el estreno de Recuerdos de Familia. También podría contar que mi viejo estuvo internado por algunas cuestiones que finalmente resultaron menores, y plasmar aquí ideas varias que se me van ocurriendo mientras deambulo por las callecitas de Buenos Aires que tienen ese que se yo viste.

Nada de eso ha ocurrido.

Sin embargo, y volviendo a la relación de "bando" que tengo con este blog, quiero decir a mi favor que por suerte este espacio ha quedado a un lado de mi "vida", del mero hecho de mi vivir. Mi vida se ha sobrepuesto y ha evitado de muchas maneras que me acercara a "esto" y le agregara líneas, puntos y comas.

Un augurio, tal vez. Una premonición de que el fin está cerca.

No obstante, la relación de bando tiene esa ventaja. Es abierta. Nunca se sabe cuando puede cerrarse, ni puede saberse si el abandono es permanente o simplemente transitorio. Por ahora estas palabras que ahora escribo así, de corrido, interrumpen el abandonamiento y me vuelven a introducir en el bando de los bloggers.

Es bueno abandonarse.

Leo y me gusta