14 de junio de 2006

Keops, Kefren y Micerino

Si trazamos un paralelo entre las pirámides de Keops, Kefrén y Micerino ubicadas en la necrópolis de Gizah, en Egipto, y las estaciones terminales de ferrocarril ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires correspondientes a las líneas Mitre, Belgrano y San Martín, quedaremos frente a una de las comunes paradojas de la historia: el más hijoputa tiene el monumento más grande.

9 de junio de 2006

Operación Masacre

A 50 años de aquellos fusilamientos (los públicos y los clandestinos) que iniciaron (o continuaron) el tétrico devenir en sangre por sangre de la historia argentina, con el título de un libro de Rodolfo Walsh sobre el episodio que es de lectura imprescindible, transcribo la carta que el General Valle le escribió al hijo de mil putas de Aramburu pocas horas antes de ser fusilado:

Buenos Aires, 12 de junio de 1956

Dentro de pocas horas usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado. Debo a mi Patria la declaración fidedigna de los acontecimientos.
Declaro que un grupo de marinos y militares, movidos por ustedes mismos, son los únicos responsables de lo acaecido. Para liquidar opositores les pareció digno inducirnos al levantamiento y sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia o perversidad para adivinar la treta. Así se explica que nos esperaran en los cuarteles, apuntándonos con las ametralladoras, que avanzaran los tanques de ustedes aun antes de estallar el movimiento, que capitanearan tropas de represión algunos oficiales comprometidos en nuestra revolución. Con fusilarme a mi bastaba. Pero no, han querido ustedes escarmentar al pueblo, cobrarse la impopularidad confesada por el mismo Rojas, vengarse de los sabotajes, cubrir el fracaso de las investigaciones, desvirtuadas al día siguiente en solicitadas de los diarios y desahogar una vez mas su odio al pueblo. De aquí esta inconcebible y monstruosa ola de asesinatos.
Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía. Mi esposa y mi hija a través de sus lágrimas verán en mi un idealista sacrificado por la causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta ellas verán asomárseles por los ojos sus almas de asesinos. Y si les sonríen o les besan será para disimular el terror que les causan. Aunque vivan cien años sus víctimas les seguirán a cualquier rincón del mundo donde pretendan esconderse. Vivirán ustedes, sus mujeres y sus hijos, bajo el terror constante de ser asesinados.
Porque ningún derecho, ni natural ni divino, justificará jamás tantas ejecuciones.
La palabra "monstruos" brota incontenida de cada argentino a cada paso que da.
Conservo toda mi serenidad ante la muerte. Nuestro fracaso material es un gran triunfo moral. Nuestro levantamiento es una expresión más de la indignación incontenible de la inmensa mayoría del pueblo argentino esclavizado. Dirán de nuestro movimiento que era totalitario o comunista y que programábamos matanzas en masa. Mienten. Nuestra proclama radial comenzó por exigir respeto a las Instituciones y templos y personas. En las guarniciones tomadas no sacrificamos un solo hombre de ustedes. Y hubiéramos procedido con todo rigor contra quien atentara contra la vida de Rojas, de Bengoa, de quien fuera. Porque no tenemos alma de verdugos, sólo buscábamos la justicia y la libertad del 95 por ciento de los argentinos, amordazados, sin prensa, sin partido político, sin garantías constitucionales, sin derecho obrero, sin nada. No defendemos la causa de ningún hombre ni de ningún partido.
Es asombroso que ustedes, los más beneficiados por el régimen depuesto, y sus más fervorosos aduladores, hagan gala ahora de una crueldad como no hay memoria. Nosotros defendemos al pueblo, al que ustedes le están imponiendo el libertinaje de una minoría oligárquica, en pugna con la verdadera libertad de la mayoría, y un liberalismo rancio y laico en contra de las tradiciones de nuestro país. Todo el mundo sabe que la crueldad en los castigos la dicta el odio, sólo el odio de clases o el miedo. Como tienen ustedes los días contados, para librarse del propio terror, siembran terror. Pero inútilmente. Por este método solo han logrado hacerse aborrecer aquí y en el extranjero. Pero no taparán con mentiras la dramática realidad argentina por más que tengan toda la prensa del país alineada al servicio de ustedes.
Como cristiano me presento ante Dios que murió ajusticiado, perdonando a mis asesinos, y como argentino derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde, por la justicia y la libertad de todos no sólo de minorías privilegiadas. Espero que el pueblo conocerá un día esta carta y la proclama revolucionaria en las que quedan nuestros ideales en forma intergiversable. Así como nadie podrá ser embaucado por el cúmulo de mentiras contradictorias y ridículas con que el gobierno trata de cohonestar esta ola de matanzas y lavarse las manos sucias en sangre. Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos.

Viva la Patria.

Juan José Valle



PD mía: Esto es dignidad, no una camiseta deportiva con auspiciante.

6 de junio de 2006

Ética profesional

Me la paso leyendo y escuchando sobre la falta de ética de los abogados, de los médicos, de los escribanos, de los funcionarios, pero nunca nunca se habla de la falta de ética de los arquitectos y los constructores.
Lo que están haciendo (pero que vienen haciendo hace décadas) con la Ciudad de Buenos Aires es de tal magnitud que creo que en un futuro más o menos lejano esta ciudad va a tener que ser dinamitada.
Claro, se escudan en que el Código de Planeamiento Urbano dice esto y el Código de Edificación dice aquello, pero es vox populi que esos códigos cargan en sus espaldas con la presión de los lobbys de la construcción, que cada vez que se habla de modificaciones aparecen para mostrar cuántos empleos se perderían, cuando en realidad lo que se achicaría serían sus excesivas e infundadas ganancias.
Me exalto porque me doy cuenta de que esas vigas de hormigón que van de medianera a medianera, esos adefecios de 15 pisos pegados uno a otro en los que los primeros pisos son verdaderas madrigueras, esos edificios que llegan hasta el borde mismo de la línea de edificación aunque la calle sea angostísima, esas torres de 40 pisos que en unos años serán nuevos fuerte apache, porque todas estos horrores no van a poder ser corregidos facilmente.
Cuando nos demos cuenta de que esta Ciudad es inhabitable va a ser tarde. Espero que no sea MUY tarde.

5 de junio de 2006

Posts

Es increíble la cantidad de posts que se me ocurren durante el día, en la calle, en mi casa, en el tren, en el subte, en el auto, en donde sea, y después cuando me siento frente al teclado no me acuerdo de ninguno. Pero de ninguno ¿eh?

0 (cero, por si no se entendió)

No me sale nada.
¿Tendré una especie de bloqueo blogeril?
¿O será que esto es envejecer?


Cambio y fuera

Leo y me gusta