5 de julio de 2005

EDITORIAL

Sigo debiendo el texto ferroviario, y como verán mi ritmo póstico ha descendido notoriamente.
Las razones no las conozco ni tampoco es mi deseo en este momento entrar a discutirlas.
Hoy quiero hablar de las noticias, de las absurdas noticias que muchas veces aparecen en los medios masivos de comunicación con una ingenuidad (de parte de quien las publica) digna del jardín de infantes de la otra cuadra.
Pero esa ingenuidad no es tal. Y si lo fuera, le sale el tiro por la culata.
Vamos a los ejemplos para que podamos entender mejor:
Hace un tiempo salió en el diario la noticia de que dos hombres habían dejado en un tren, dos cajas con algo así como 50kg de cocaína. El relato policial era que un policía había visto algo sospechoso en estos dos hombres, quienes al verse descubiertos dejaron su cargamento, saltaron por las vías, y nadie más supo nada de ellos.
Apenas leí la noticia me dije: ¿50 kg de cocaína? ¿Quien anda con 50kgs. de merca todos juntos? Si yo tengo que trasladar esa cantidad la separo sí o sí, y ni en pedo la llevo en tren... Y si llevo esa cantidad, ¿la voy a dejar así como así? No, no, no no no nonoononononono...
Personalmente creo que era droga que manejaba la cana, que no la pudo colocar y quemaba, y entonces hicieron esto... 50 kilos de merca que no son de nadie... que van a morir en una causa judicial, y que tal vez los mismos que la tenían la recuperen.
Hoy. Leo: "Reunión del G-8 en Escocia. Más de 15.000 agentes participan del operativo de seguridad. El costo del plan alcanzaría los 145 millones de euros". ahhh... ¿Qué? ¿145 millones de euros?
145 millones de euros.
¿Cuál es el problema? A ver, que maten a Bush, que maten a Blair, que los maten a todos. Si tienen que gastar esa cantidad de guita para que no los maten me parece que la cuenta no nos está dando...
Al fin y al cabo, juran por la patria y por todas esas mierdas, y dar la vida por su país y todo eso. Para eso están entonces, para dar la vida. Porque en los países democráticos que yo sepa lo que importa es que funcionen las instituciones, no que el que lo maneja sea tal o cual.
Ya sé que sabemos que algo funciona mal, que algo está podrido en este mundo, pero que estas noticias y muchas otras aparezcan así tan panchas, y que no nos demos cuenta de su importancia, implica que estamos anestesiados, que no reaccionamos ante estímulos a los que deberíamos responder.
En la última "Hecho en Buenos Aires" - www.hechoenbsas.com hay una entrevista a un tal (porque no puedo decir que lo conocía) Alfredo Moffat, que cita un experimento con sapos: si uno pone a calentar lentamente a estos bichitos en agua, se cocinan sin sentir nunca la diferencia. En cambio si se los pone directamente en agua caliente, saltan enseguida.
A nosotros nos estan cocinando despacito, dice.

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