Pequeñas instrucciones para el buen uso del ascensor

De tanto andar por tribunales y ver que idiotas somos, cómo nos dificultamos la vida unos a otros, decidí escribir estos manuales.

Los principios a tener en cuenta son los siguientes:
a)la automaticidad o no del ascensor en cuestión.
b)el consumo de energía eléctrica.
c)la eficiencia en el traslado de las personas a través de los distintos pisos del edificio.

Para ello, sugerimos observar las siguientes pautas:
a)En casi todos los ascensores automáticos existen botones de llamada para subir y para bajar. Este último es el que se indica con una flecha orientada hacia abajo, y el otro es el que se indica con una flecha que apunta hacia arriba.
Limítese a oprimir el botón correspondiente a la dirección en la cual usted desea viajar, ya que así evitará paradas indeseadas del aparato, ayudará a una más eficiente tarea del elevador (con menor desgaste de los componentes), y por ende a un ahorro en el consumo de energía eléctrica.

b)Al esperar el ascensor, cuando este pare, observe que la flecha que se enciende sea la de la dirección que usted desea tomar.
Si usted en cambio es de los que suben hasta el último piso para luego bajar hasta la planta baja, sepa que estará causando los siguientes perjuicios:
1)Obliga al ascensor a efectuar más trabajo, con lo cual se produce mayor consumo de energía eléctrica y desgaste de los componentes mecánicos del aparato;
2)Podría llegar a impedir que personas que se encuentran en pisos superiores utilicen el ascensor para descender.

c)Al ingresar al ascensor –y sobre todo en aparatos de mucha capacidad- no se detenga apenas traspasada la puerta a oprimir el botón o a fijarse si alguien ya lo hizo. Lo único que logrará es impedir la entrada del resto de los pasajeros, y con ello demorará la partida del ascensor. Tendrá tiempo suficiente de hacerlo antes de llegar al piso de destino.

d)Respete la capacidad máxima de carga del ascensor. Esto es por su propia seguridad, y para que el ascensor pueda seguir funcionando para otras personas que lo usarán después de usted.

Esperamos que con estos simples consejos pueda usted sobrellevar mejor esta tediosa tarea que nos autoimponemos los argentinos, y logre hacer más llevadera la de sus congéneres.