22 de marzo de 2005

Cuaderno rojo

A veces las palabras surgen, casi como noumen, como algo con vida propia de lo cual yo soy mero transmisor. Sin embargo, se que vienen de dentro mío, y que de un modo cuasi arcaico estoy pensando esas palabras.
Mi cuaderno rojo es testigo de ellas, aunque más que testigo se le graban en la piel de celulosa, e inevitablemente las grita, sin saber que su destino final es este éter misceláneo de la web.

09/10/03
Inevitablemente caigo en la búsqueda del mañana,
cuando en realidad lo que me golpea es el hoy.
Lo único cierto es la caída:
el principio y el fin,
el caer es sólo una idea.

14/10/03
Paraíso de beldades siniestras
por encargo de rentas vitalicias
pasajeros de la luz y del tiempo
tratando de llegar donde nadie habla

Callando -y cayendo- buscar a tientas
palabras inigualables
desde el oído y desde la garganta

Intocable hálito de luz
se escabulle en las rendijas de mi cuero
mendigando metafísica
para encontrar sólo alquitrán y cemento.

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